sábado, 22 de junio de 2013

Capítulo 7. Fui tonta. Muy tonta. ¿O no?

Gema y Alex han vuelto a salir. Pero ocurrirá algo que pondrá en peligro su relación. Quedan pocos días para que Gema se marche de vacaciones y Alex quiere asegurarse de que seguirán juntos a pesar de la distancia. Pero..., ¿superarán este bache?

Gema se levantó. Estaba muy feliz, quizás demasiado. Estaba segura de que Alex era el amor de su vida, ¿cómo había podido dejarlo ir? Los dos tenían la culpa, ella se había engañado, a ella misma y a sus amigas. Desde luego el destino había querido que volvieran. "Nacimos para estar juntos..." - pensó. Sonó el Whats App de Gema,  Anaís había comentado en un grupo de mejores amigas que tenía con Anaís y Dana.
- ¡Gema! ¿No nos tienes que contar algo a Dana y a mí?
- Eso, eso. Gema...
- ¿Tengo que deciros algo?
- ¡Venga ya! Gema, ¡lo sabemos! Os vimos ahí, en el parque...
- Sí, sí.
Gema no respondió, estaba muy nerviosa... ¿Qué podía hacer? No quería que al punto de la mañana ya le estuvieran diciendo cosas de Alex. Esperó a que Anaís y Dana respondieran.
- Gema. ¡Hacéis una pareja estupenda! Nos alegramos mucho de que hayáis vuelto.
- Sí. Era extraño veros siempre discutiendo...
Gema sonrió, sus amigas no iban a molestarla, así que quedaron en ir al parque por la tarde.

En la tele no había nada interesante. Quedaba media hora para ir al parque, estaba muy nerviosa. Sabía perfectamente por qué había escogido ese lugar y esa hora concretos. Alex estaría allí, siempre lo hacía, y ella, lo único que quería era verle. "Pero..., ¿estoy utilizando a mis amigas para verle?" - pensó confusa. Apagó la tele y se quedó mirando su reflejo. "Soy...horrible." - pensó.
¿Cómo podía estar haciendo esto? Desde luego no es amor, es... ¿qué es? Ni siquiera se puede pensar que alguien hiciera eso a sus mejores amigas. Gema fue a peinarse para aclarar sus ideas. ¿Qué debía hacer? ¿No ir? Si no iba les daría plantón, pero si iba, las dejaría solas para irse con Alex... Terminó de peinarse, se puso su colonia favorita, Heat, de Beyoncé y salió a la calle.

Alex le llamó al móvil:
- ¡Gema!
- Hola cari.
- Jajaja, ¿qué tal?
- Muy bien, ¿y tú?
- Mal.
-¿Por qué?
- Porque quiero verte.
- Idiota..., pensaba que te había pasado algo.
- No, tranquila. Jajaja.
- ¿Querías algo?
- Sí, ¿te apetece ir al parque conmigo?
Gema lo sabía. Sonrió y continuó hablando:
- Me encantaría... - "¿Qué estoy haciendo? He quedado con las chicas." - ...pero no puedo. He quedado con Anaís y Dana, sorry.
- Bueno, no pasa nada. Ya quedaremos.
- Claro. Mira, como vamos a ir al parque, ya te saludaremos, ¿vale?
- Hecho. Venga, nos vemos. Un beso amor.
- Adiós, te quiero.
- Adiós.

Gema llegó al parque. Las chicas la estaban esperando en el banco.
- ¡Chicas! - dijo Gema
- ¡Hola! - exclamaron Anaís y Dana.
- ¿Qué tal? -preguntó Gema
- Bien, ¿tú? - respondió Anaís.
- Bien. - respondió Gema. -¡Mirad, es Alex! Voy ha saludarle.
Gema se acercó a Alex corriendo y se besaron. Anaís y Dana vieron cómo se miraban, él la sujetaba por la cintura y le besaba sonriendo. Las chicas se fueron, sabían que ella quería estar con él.
- Bueno Alex, me voy que hoy había quedado con las chicas, ¿vale?
- Cari... se han ido.
Gema se dio cuenta, lo había hecho, las había dejado. Gema se fue corriendo para buscar a Anaís y Dana. Se sentía tan culpable que si no las encontraba su corazón iba a estallar. Las vio al final de una calle y corrió a por ellas. Al final todo salió bien y prometieron que no volvería a pasar. Gema volvió al parque, pero sola, a sus amigas les llamaron para que volvieran a casa. No encontraba a Alex y entonces, lo vio con una chica, estaban hablando y de repente, se besaron en las mejillas y se despidieron. Gema bajó corriendo hasta donde estaba y gritó:
- ¡Alex! ¿Cómo he podido creerte? ¡Si es que fui tonta! ¡TONTA!
- Gema, ¿qué dices? ¡Cálmate!
- Mira, no te inventes una excusa. Te he visto con esa chica. La culpa es mía, me decían mis amigas que hacemos una pareja estupenda, que se nota que no queremos... Pues ya ves, ¡qué decepción!
- Espera, ¿tus amigas decían que pegamos?
- ¡Sí! Pero claramente fui tonta. Muy tonta.
- Gema, antes de que te vayas del parque y me dejes aquí, tirado, escúchame.
Gema se giró dispuesta a escuchar.
- Esa chica, es mi hermana. Se llama Mara.
- ¿Sí?
La expresión de Gema cambió por completo. Le abrazó, le besó y le susurró:
- Tengo algo para tí.

Continuará...

sábado, 15 de junio de 2013

Capítulo 6. Esta situación, la empecé yo.

Gema está por el parque con sus amigas cuando de repente, descubre que alguien les estaba siguiendo. ¿Quién? Pues Alex. ¿Qué querrá?

- ¡Jajajaja! - rió Gema.
- ¿En serio? ¡No es gracioso! - Dana
- Bueno, un poco, jaja. - Anaís
- Chicas, gracias por hacerme sonreís de nuevo... Sois lo mejor que tengo, por no decir lo único... - dijo Gema.
- Eh, ¿por qué dices esto? Nos tienes para lo que sea, lo sabes. - dijo Dana
- Sí pero... - dijo Gema
- Pero, ¿qué? - preguntó Anaís.
- Pues que todo esto ha sido culpa mía... - dijo Gema.
- ¿Por qué le quitas culpa? ¡Él se fue! La cagó, fin. - dijo Dana.
- Chicas, no os lo he contado todo... - dijo Gema
- ¿A no? - preguntó Anaís sorprendida
- No. - respondió Gema
- Bueno, eso se arregla fácil. Cuéntanos. - dijo Dana
- Bueno. Un día, mejor dicho: Una noche, salí con Alberto y otros amigos. También estaba Alex. Fuimos a tomar algo al "Music & Drink" y bebimos demasiado. Nos sacaron del local por ser menores y seguimos bebiendo en la rivera. Yo, no estaba acostumbrada a beber tanto y me puse fatal en seguida y acabe liándome con Alberto delante de Alex.
- ¡Madre mía! - dijo Anaís. - Perdona, sigue, sigue...
- El caso es que él se enfadó muchísimo y llegó a pegarme, estuvimos a punto de cortar pero él me acabó perdonando porque le expliqué que me había puesto así por sus amigos porque me daban mucho de beber. Me perdonó y todo siguió genial, volvimos a quedar, volvimos a ser los de antes. Yo, llegué a olvidarlo pero al parecer, él no. Un fin de semana cualquiera él desapareció y ahí ya sabéis la historia. Por eso, cuando empecé a pensar qué había hecho mal... me acordé.
- Pues, no sé, yo diría que estáis en paz, ¿no? - Dana
- No, para nada, él me pegó y me dijo cosas que no imagináis. Si tan malo es, ¿por qué me lo hace? La violencia no se combate con violencia.
- Pero...¿no crees que les estás matando por dentro? - dijo Anaís.
- No... no lo había pensado... - Gema
- Pues lo estás haciendo. Podrías hablar con él y a ver si al menos arregláis la situación. - Anaís
- ¿Debería? - preguntó Gema.
- Sí, estoy de acuerdo. - Dana
- Pues a ver si lo encuentro. Un beso chicas.
Gema se despidió de Anaís y Dana y empezó a llamar a Alex mientras se alejaba de las chicas. De repente, escuchó el tono del móvil de Alex detrás de unos arbustos.
- ¿Alex? - preguntó Gema al arbusto.
- Hola Gema, resulta que se me a caído una cosa por aquí y... - dijo Alex saliendo del arbusto.
- ¿Te ayudo? - preguntó Gema
- No, da igual, no es importante. - respondió Alex.
- Tenemos que hablar. Tienes razón, yo lo empecé todo y... Alex, me siento fatal... - dijo Gema
- Bueno... vale, te perdono... - Alex
- Vale, ¿y qué hacemos? Es que me siento muy mal. Esta situación la empecé yo. Lo mal que lo has pasado por mi culpa...
- Ey, Gema. Tú también has sufrido por mí. - dijo Alex sonriendo.
- Jajaja sí. Y mucho. - dijo Gema
- Gema. - Alex
- ¿Sí?
- ¿Y si lo intentamos otra vez? - preguntó Alex
- Pues... ¡vale! - respondió Gema saltando sobre Alex. Él la cogió y se dieron un beso. Estaban enamorados en la sombra, ¿por qué ocultarlo más tiempo? Dana y Anaís lo vieron y empezaron a reirse. - ¡Qué beso! - exclamó Anaís. -¡Ya te digo! - exclamó Dana.

Continuará...



lunes, 10 de junio de 2013

Capítulo 5. Sacando sonrisas.

Gema, después de comer con sus amigas, empieza a sentirse mal otra vez. Sus amigas, le dicen que arregle la situación con Alex pero cuando ella lo intenta se lleva una sorpresa. Se deprime y sus amigas intentan hacerle sonreír, porque son sus amigas y están preocupadas por ella. ¿Qué pasará? ¿Se dejará llevar Gema por sus sentimientos y perdonará a Alex? ¿O pasará de él y se irá de vacaciones? ¿Volverá a sonreír? Demasiadas preguntas.

- Y entonces va mi hermana y le dice a mi padre: ¡Yo también quiero cincuenta euros! - Anaís
- ¿Y qué le respondió? - Dana
-  ¡Que no! ¡JAJAJAJA! - Anaís
- ¡Jajajaja! - Dana
- Gema, ¿qué te pasa? - preguntó Anaís a Gema.
- Nada, que...
- ¿Qué...? - Dana
- Pues nada, que...
- ¿Qué te ocurre? - dijo Anaís.
- Nos lo puedes contar, en serio.- dijo Dana
- Pues que me siento mal. Es que Alex, está sufriendo por mi culpa. Ya lo sé, me diréis que se lo merece pero es que yo no soy así. No disfruto viéndolo tan mal. No sé por qué pero...
- Sí que lo sabes. - dijo Anaís interrupmiéndola. - Lo sabes, y muy bien, y tu problema es que no quieres aceptar que lo sabes. Y si no me equivoco, estás asustada.
- ¿Asustada? - preguntó Gema comfundida.
- Sí, asustada de que lo quieres demasiado como para hacerle sufrir, cada vez que lo tratas mal es como si te lo hicieran a ti. - explicó Anaís.
Dana observaba en silencio, sabía que Anaís llevaba razón.
- No, no es eso... - dijo Gema para excuarse.
- Sí, sí que lo es. ¿Y sabes qué? -dijo Anaís.
- Qué. - respondió Gema.
- Que yo, si fuera tú, lo estaría arreglando. Sin pensar en él. Pensando en tí misma. - Anaís.
- ¿Sí? - dijo Gema.
- Sí. - dijeron Anaís y Dana a la vez.

Las chicas se despidieron y Gema fue a buscar a Alex. No lo encontraba, miró en el parque, en el instituto, en el polideportivo... Gema siguió buscando por todo el barrio, llamó a sus amigos pero nadie sabía nada. ¿Lo había vuelto ha hacer? ¿Se había ido? Gema no quería hablar con nadie, ¿podía ser verdad? Gema no quería ni pensarlo, fue a su casa directamente y, allí lo vió. De repente, una sonrisa se formó en su cara mágicamente, ella empezó a correr y se tiró encima de Alex.
- ¿Qué haces? ¿Estás loca? - le preguntó él.
- Lo he pensado, ¿sabes? Te mereces,  nos merecemos otra oportunidad. ¿Qué me dices?
- Mira... - le dijo él apartándola de encima suyo - Mientras tú pensabas yo he conocido a alguien. Es cierto que te hecho de menos y que lo he pasado fatal por tí, pero he esperado mucho y he pedido perdón demasiadas veces. Lo siento...
La sonrisa de Gema fue desapareciendo poco a poco y el brillo de sus ojos, se convirtió en lágrimas. Gema, estaba en el suelo y poco a poco se fue cayendo hasta estar completamente tumbada. Alex dio media vuelta y se marchó, Gema levantó un poco la mirada, lo vio marchar poco a poco y entonces, algo cayó, ¿pero qué? Se levantó y vio que lo que había en el suelo, era una mancha, era una lágrima. ¿Le habría mentido?

Gema se fue andando por el parque sola. Estaba destrozada. Entonces, aparecieron Anaís y Dana.
- ¡Gema! - gritaron corriendo hacia ella.
- ¿Qué hacéis aquí? - preguntó Gema.
- Te hemos visto aquí sola y en efecto, estás mal. ¿Qué te ha pasado? - Dana
- Es Alex...
- ¿Qué te ha hecho ese maldito chaval? - dijo Anaís cabreadísima.
- Pues, me ha dicho que ha conocido a alguien...
-  Cabrón... - dijo Dana
- No os preocupéis, en serio...
- ¡Oh sí! Se va a enterar de por qué me llamo Anaís, ¿no te jode? Esto no se lo perdono, hace unos días llorando por las esquinas y sin dejarte vivir, y ahora se va con otra. ¡No se lo perdono!
- Anaís, dejadlo estar, vamos a pasarlo bien los últimos días que me quedan aquí...
- Tienes razón, y escúchame, por mis ovarios que hoy vuelves a sonreír. - dijo Dana
- ¡Dana! No seas tan fina, por favor. - dijo Gema irónica.
- ¿Ves? Ya he empezado. Jaja. - dijo Dana.
Y las tres se fueron por ahí a recuperar el tiempo perdido. Pero lo mejor, aún estaba por llegar, y es que ellas no se habían dado cuenta, pero tenían una sombra...
Continuará...
                                       Smile everyday. Do it for me, do it for you.

domingo, 9 de junio de 2013

Capítulo 4. ¿Lo pensaste? Creo que no...

Gema se levanta y para su suerte, sus padres se muestran compasivos así que queda con Anaís y Dana pero, por desgracia, se encuentra con Alex...

Gema abrió los ojos, había pasado una mala noche. Se levantó y salió de su cuarto. Sus padres estaban en el sofá sonriendo. "¿Qué narices les pasa?" - pensó. Se acercó a ellos y le dijeron:
- Gema, tu madre y yo hemos pensado que te mereces quedar aunque solo sea estos días antes de irnos.
- ¿¡Enserio!? - dijo Gema flipando.
- Sí.
- ¡Qué bien! ¡Muchas gracias!

Gema cogió el móvil y llamó a Anaís y a Dana, quedaron en salir y comer en un restaurante de comida rápida (lo que viene a ser un McDonald's). Gema cogió su camiseta nueva y se la puso, era blanca con rayas de colores y ponía "Love" (amor en inglés) con letras negras. Le encantaba esa camiseta. Se puso sus pantalones cortos blancos y sus sandalias, blancas también. Se maquilló poco, solo rimel y un poquito de gloss en los labios. Se despidió de sus padres y salió a todo correr de su casa. Estaba tan entusiasmada que todo iba perfecto, demasiado perfecto. De repente, se cruzó con Alex.
- Hola. - le dijo con voz apagada.
- Hola, Alex.- devolvió el saludo.
- ¿Qué tal?
- Bien, mis padres se han apiadado.
- Por...
- Estaba castigada. En fin, no hablemos de mi, hablemos de ti. ¿Qué tal tu conciencia?
- Gema, te lo he dicho miles de veces. Lo siento.
- Sí, si yo también lo sentí. - dijo Gema irónica.
- ¡Gema! ¡Lo he pensado día y noche desde que ocurrió!
- ¿¡Que lo pensaste!? ¡Jajajaja! Lo siento, pero creo que no...
- Mira, si no lo vamos a arreglar, mejor lo dejamos estar.
- No, mira tú. Perdonarte, te puedo perdonar, pero olvidar lo que hiciste, ¡jamás! Tú lo que quieres es arreglarlo para que tu conciencia esté tranquila, pues escúchame: No te voy a perdonar. Sufre como yo lo hice. Ahora te toca a tí.
- Gema...
- No, Gema, no. Adiós.
- Adiós...

Gema se fue firme, pero en cuanto se aseguró de que no la veía rompió a llorar. ¿Cómo podía llorar? Había sido no solo un mal novio, sino una mala persona, además. Pero ella estaba colada por él, y lo peor es, que lo sabía. Siguió andando intentando consolarse pensando que él había sido un idiota, pero no lo consiguió. Sacó el móvil para mirar una foto de ellos pero entonces miró la hora. ¡Era tardísimo! Empezó a correr todo lo rápido que podía. Llegó a donde estaban Anaís y Dana.
- ¿Qué te ha pasado? Has llegado tardísimo. ¡Cariño! ¿Has llorado? - preguntó Anaís.
- ¿Qué ocurre Gema? - preguntó Dana.
- Nada, es que he encontrado a Alex y me ha dado la chapa con que lo sentía. Que lo había pensado decía...
- Déjalo que sufra, lo merece.
- Sí. - apoyó Dana la propuesta de Anaís.
- Eso le he dicho, ¡jajaja!
- ¡¿En serio?! - exclamaron las dos amigas.
- Sí, ¡jajaja! Vamos a entrar a comer anda.
- Vale, ¡pero qué fuerte! - dijo Anaís.
- Ya te digo. - dijo Dana.
Continuará...



sábado, 8 de junio de 2013

Capítulo 3. Te marchaste, y aquí me quedé...

Gema está castigada en su habitación cuando de repente, suena su Whats App. ¿Quién será? ¿Qué querrá? Sea quien sea, lo único que consigue es fastidiar más a Gema... y iniciar una escapada furtiva...

"Maldita sea... Me voy a tener que ir con mis padres y encima no puedo quedar los últimos días que e quedan aquí con mis amigas... ¡Qué mierda..." - piensa Gema tumbada en su cama cuando de repente, suena el Whats App del móvil - "¿Qué narices...? ¿Quién será? Veámoslo..."
Gema se levanta y coge el móvil. "¡Cuántos Whats Apps!" - piensa. - "Anais, Dana..., ¡Alex! ¿Qué quiere ese niñato?" - sigue pensando Gema.
Gema lee la conversación, Alex le pedía perdón continuamente,  no paraba de disculparse y de quitarse la culpa. "Imbécil..." - pensó Gema. La conversación transcurrió así:
- [...] Gema, yo no tengo la culpa, fue ella...
- Alex, ¿no te cansas de hacer el ridículo?
- Gema, perdóname, yo no quería.
- No, claro que no. Tu nunca quieres, pero al final siempre haces...
- Es que, yo soy así, me dejo engatusar fácilmente.
- Pues por eso mismo tenemos que dejarlo estar, porque no queremos que vuelva a pasar, ¿verdad?
- Gema, no volverá a pasar...
- ¿Y eso cómo lo sabes? Alex, no es culpa tuya, tú no querías... simplemente eres así, te dejas engatusar fácilmente...
Y Gema, con ironía terminó la conversación. Gema dejó el móvil en la mesilla de noche y se tumbó en su cama. "¿Pero este qué se ha creído? En fin..." - pensó. Durante toda la tarde el móvil siguió sonando pero Gema, lo ignoró. "Y pensar que hoy mismo he sacado unas notas estupendas y he comido con mis amigas... Es de locos, que un día así acabe de esta manera..." - pensó Gema - "Pero... el día aún no ha acabado..."

Gema, se levantó de la cama de un salto con una sonrisa y salió de su casa por la ventana. "Ventajas de vivir en un primero" - pensó satisfecha de pisar la calzada. Llamó a Alex para quedar en el parque, quería hablar con él urgentemente. Desde luego, no iba a volver con él, es cierto, estaba colada por él, pero eso no iba a cambiar la situación. De todos modos, le quedaba mucho y seguro que conocería a otra persona. Llegó al parque, como es muy pequeño no hay problema para encontrar a las personas. Gema se sentó en la rama de un árbol y casó el móvil. " A ver qué me ha estado mandando Alex..." - pensó leyendo la conversación.

Por fin, llegó Alex y pudieron hablar.
- ¿A qué ha venido lo de esta tarde? ¿Qué pasa? ¿No te ha valido la explicación de esta mañana?
- Gema, escúchame. Tienes razón, me equivoqué...
- ¡Vaya si te equivocaste! - dijo Gema sin dejarle a acabar.
- Como decía, tienes razón. No sé que hacer para que volvamos...
- Yo te lo diré: no hagas nada. - volvió a interrumpirle Gema.
- ¿Por qué? Un error lo tiene cualquiera, ¡somos humanos!
- Alex, ¡te fuiste! ¡Te fuiste un fin de semana entero! Te llamé, te mandé mensajes, ¡fui a tu casa! Me quedé sola pensando si por alguna razón ya no me querías... Pensé qué había hecho mal mientras que tú te "divertías" con otra... Te fuiste, y me quedé sola...
- Gema...
- ¡No! ¡Gema, no!¡Me hiciste daño, mucho daño...! - dijo Gema entre lágrimas.
- No ha sido buena idea quedar aquí... mira lo que has conseguido...adiós.

Él se dio la vuelta y desapareció en la oscuridad de la noche. Gema cayo al suelo de rodillas para seguir llorando en el frío suelo del parque. Cuando quiso darse cuenta, era tardísimo y estaba sucia. Se levantó, intentó correr hasta su casa pero a medio camino tuvo que parar, se sentía fatal. Alex tenía razón, no había sido buena idea quedar. Gema, subió de nuevo a su habitación por la ventana. Cogió la bolsa con sus cosmético y fue al baño. Se quitó el maquillaje y se lavó la cara, así podría disimular que había llorado si le preguntaban. Fue a cenar y su madre le preguntó:
- Gema, ¿qué te ha pasado?
- ¿Qué? - respondió Gema disimulando que no sabía nada.
- Hija, tienes los ojos llorosos, ¿tan malo es tener que irte de vacaciones con nosotros?
- No he llorado, mamá. Es el agua, que me ha irritado los ojos, nada más.
- Está bien.
- ¿Y papá? ¿No le esperamos? - preguntó Gema cambiando de tema.
- Le han cambiado el turno, va por las noches.
- Vale.

Al acabar de cenar, Gema se fue directamente a dormir. Apagó el móvil para no distraerse si le mandaban Whats Apps y se durmió. No paró de pensar en Alex, ¿por qué? ¿No estaría dispuesta a perdonarle? Fueran cuales fueran sus intenciones, Gema se durmió y dejó de pensar en eso.
Continuará...

viernes, 7 de junio de 2013

Capítulo 2. ¿¡Qué!?

Las tres amigas van a casa de Dana a comer pero cuando todo parece ir perfecto, una noticia les arruina las vacaciones... o eso creen...

- Dana, ¡me encanta tu nueva habitación! - dijo Gema.
- Gracias Gema. Me hacía falta renovar el estilo. - dijo Dana
- En serio, el verde en las paredes queda genial.
- Gracias de nuevo. - dijo Dana riéndose.
Anaís volvió del baño frustrada.
- Chicas, ¡no hay manera!
-Tranquila, a mí me costó muchísimo. - dijo Gema para que se sintiera mejor.
- Ya lo sé, pero tú aprendiste con 14 años, yo tengo 16 y aún no sé. Cada verano lo intento y nada...
- ¡Anaís! No te preocupes, yo aprendí el año pasado. - dijo Dana.
- ¿Ves? Todas sabéis poneros un estúpido tampón...
- Anaís, a cada una le cuesta lo que le cuesta, ya verás, ahora no puedes, pero cuando aprendas te los pondras hasta con la luz apagada. -dijo Gema para animarla.
- Claro, va enserio, yo sé jaja. -dijo Dana.
- ¿En serio? - dijo Anaís confusa.
- Sí- dijeron Dana y Gema a coro.

La madre de Dana llamó a las chicas para que fueran al jardín.
- ¡Qué pasada! - exclamó Gema
- ¿Os gusta? - dijo Dana sonriendo
- ¡Me encanta! - dijo Anaís.
- Dana, os ha quedado genial. ¡Cuántas flores! - dijo Gema impresionada
- ¡Jajaja! - rió Dana

Comieron y se lo pasaron genial contándole a la madre de Dana lo que querían hacer en vacaciones. Querían quedar para el estreno de una película en el cine, ir a la piscina privada de Anaís, irse un fin de semana con algunos de clase y sus padres... Y se marcharon de casa de Dana.
- ¡Adiós!- se despidieron Anaís y Gema.
- Adiós. - dijo Dana.
Salieron y Gema y Anaís fueron hacia casa de Gema.
- Gema, la peli la estrenan la semana que viene,no?-preguntó Anaís.
- Sí. ¡Qué ganas! - respondió Gema.
- Sí. ¿No te irás de vacaciones? - preguntó Anaís.
- Sí, pero, ¿qué tiene que ver eso con la peli? - le dijo Gema extrañada por la pregunta.
- No sé, es que te has programado el verano y a lo mejor tus padres quieren irse, ¿no?
- Puede ser, pero mis padres siempre se van una semana a La Coruña y yo me quedo con mi prima Tina.
- Ahh...
Llegaron a casa de Gema y se despidieron.
- Adiós. Quedamos, ¿eh? - Gema
- Sí, adiós. - Anaís

Gema subió y sus padres la llamaron.
- Gema, ve, siéntate. - le dijo su madre
- Vale, ¿qué pasa?
- Verás, no nos han dado el viaje a La Coruña, así que vamos a irnos a Vizcaya...
- ¿Y? Creo que me he perdido algo...Yo me iré a casa de Tina y ya está, ¿no? - dijo Gema algo preocupada.
- No. Resulta que a Tina le hace ilusión irse con una amiga de vacaciones a Cádiz y mientras tus tíos se irán de fin de semana al Pirineo...
- Espera, espera..., ¿tengo que ir con vosotros de vacaciones? -dijo Gema sorprendida.
- Bueno, sí. Esa es la idea. Hasta que no tengas 18 no te puedes quedar sola todo un mes...
- ¡¿Un mes?! - gritó Gema - ¡Mamá, he preparado quedadas con mis amigas!
- Lo siento mucho, gema. - le dijo su madre.
- No pienso ir.
- Pues que sepas que si no vienes, nos estropeas las vacaciones y... no te pagaremos el viaje a Boltaña del año que viene...
- ¿¡Qué!?

Continuará...

jueves, 6 de junio de 2013

Capítulo 1. Gema acaba las clases.

Gema, es una adolescente de 16 años. Es muy buena estudiante y es el último día de clase. Hoy, ella y sus mejores amigas Anaís y Dana irán a recoger las notas juntas.

Suena el despertador en casa de Gema.
- ¡Gema! ¡Levántate, es la hora! - grita su madre desde la cocina.
- ¡Mamá! ¡Cinco minutos más! - responde Gema desde su habitación.
Gema, agarra su almohada dispuesta a volver a dormir cuando se da cuenta de que su grito le ha quitado el sueño. Gema coje su bata de estar por casa pero antes de ponérsela piensa "No me hace falta, hace calor..." Y entonces se da cuenta: ¡Es el último día de clase! Gema sale de su cuarto corriendo y se sienta en la cocina. Su madre la nota extraña:
- Gema, ¿te ocurre algo?
- No, símplemente hoy se acaban las clases. - dice Gema irónica.
Su madre se ríe y le sirve el desayuno. Entonces, suena el Whats App de Gema. La conversación con Anaís decía: ¡Gema! Hoy es el gran día, quedamos a menos diez en la parada del bus. ¡Te espero!
Gema sonríe, sí, por fin se acaban las clases. ¡Son menos cuarto! ¿Tan rápido a pasado el tiempo? Eso da igual, Gema se cambia de ropa, se pone su fular rosa brillante favorito, coge la mochila y se va corriendo a la parada.
- ¡Anaís! - grita con su último aliento.
- Gema, ¡rápido! El bus está llegando.- le dice a Gema.
- Ya estoy, buff... - no podía correr más, resopló y abrazó a Anaís.
- ¿Qué sabes de Dana? - pregunta Anaís.
- Ella nos espera en la puerta del despacho. - responde Gema.
- Vale.

En el bus, Anaís y Gema empezaron a pensar en las quedadas que iban ha hacer en verano. ¡Qué ilusión! Por fin llegaba el fin de las clases, los deberes, estudiar, madrugar... todo acababa.
Al llegar, entraron rápidamente por la puerta pero un chico, Alex, cogió del brazo a Gema.
- Gema, tenemos que hablar. -le dijo tenso.
Anaís lo miró mal pero Gema le hizo un gesto para que se fuera.
- Alex, lo nuestro se ha acabado, me engañaste y no puedo perdonarte. - dijo Gema con voz de lástima.
- Gema, yo no tuve la culpa de que saliera mal... fue ella que... me...
- No me lo digas, te obligó a que salieras con ella, ¿no? - dijo Gema irónica.
- ¡No es eso! Es que, no me hacías caso, te ibas con tus amiguitas y a mi no me hacías caso...
- Alex, eso no es una excusa para liarte con otra.
- Gema... yo... - dijo para intentar excusarse una última vez.
- Tú nada. Lo hiciste y se acabó. - Gema puso fin a la discusión.

Corrió hasta el despacho.
- ¡Chicas!
- Gema, por fin. - dijo el director con cara de enfado. -Pero no, hoy no queremos problemas, ¿verdad señorita Gema?
- No señor director...
- Bien, entrad jovencitas. - dijo con voz misteriosa. - Tomad asiento. Tengo que darles una noticia buena y una mala, desgraciadamente...
A las chicas se les puso la carne de gallina.
- Gema, tú no te preocupes. Has sacado siete matrículas de honor, el resto son sobresalientes. -dijo el direcor entregándole el voletín.
- ¡¿En serio?! - respondió Gema casi sin creerlo.
- Sí. Pero ustedes dos...- dijo dirigiéndose a Anaís y Dana- Ustedes dos tienen mis más sinceras enhorabuenas. Anaís, cinco matrículas y todo sobresalientes menos un notable y Dana, cinco matrículas sobresalientes y algunos notables...
- ¡Qué bien! - exclamó Anaís seguida de Dana.
Las chicas salieron del instituto y se fueron contentísimas a casa de Dana a comer.

Continuará...