martes, 22 de abril de 2014

Capítulo 43. FINAL - De vuelta en casa.

"Ni los estudios harán que me olvide de ti" Gema.

Llegamos a casa muy pronto, de madrugada. Así que nos fuimos a dormir sin deshacer las maletas y con la ropa de calle. No hablé en todo el viaje, y eso que mis padres me miraban con cara de "tenemos que hablar". El caso es que me desperté. Vi el techo de mi habitación y al rato las paredes. Miré por la ventana de al lado de mi cama; la ventana por la que me escapaba. Vi las calles grises aunque bonitas de mi ciudad y fue entonces fue cuando realmente desperté.
"Estoy en casa",pensé.

Me levanté a las ocho y salí a correr. Fui hasta el parque y recordé muchas cosas, pero de Vizcaya. La plaza... Recordaba el banco, el balcón (que daba a la plaza)... "Joder", pensé.

Pasé por casa de Anaís, supe que tendría que haber avisado antes pero decidí llamar al timbre.
-¿Diga?
-¡Hola!
-¿Quién es?
-Soy yo...
-¿Tú...?
-¡Gema!
-¿Gema? ¡Oh, Dios mío! -de fondo- MAMÁ, ¿PUEDO SALIR? HA VENIDO GEMA.
Supongo que dijo que sí porque salió segundos después poniéndose a toda prisa una sudadera.
-¿Qué tal? - grité mientras ella estiraba la sudadera y corría para abrazarme.
-¡Bien! ¡Genial! - dijo ella mientras me estrujaba.
Cuando me soltó, me dio un beso en la mejilla.
-¿Y tú? ¿Qué tal?
-Pues... - iba a decir bien pero entonces pensé en Jon -no lo sé.
-Es por... ¿el chico ese?
-Sí. Se llama Jon - dije enseñándole una foto con él.
-¡Está super bue...! Quiero decir... hacéis muy buena pareja.
-Jajajaja, tranquila, lo sé. Quiero decir, lo de que está muy bueno.
-Jajajaja. Pero lo otro también es verdad, ¿eh?
-Gracias. Lo que no sé es qué ha pasado ahora.
-¿No habéis roto?
-Tía, intenté escaparme sin decirle adiós.
-¿¡Qué?!
-Lo que oyes. Me estaba yendo ya en el coche cuando apareció Jon corriendo detrás del coche.
-¿¡Qué?!
-Así que tuve que bajar del coche para despedirme de él. Fue tan... ¿bonito? No sé.
-¿Cómo fue?
-Pues corrí hacia él, él corrió hacia mí, me levantó en el aire y me besó. Después... nos despedimos y entonces mis padres me dijeron que habían comprado el apartamento así que... ¡no rompimos!
-¿Entonces qué duda hay?
-La verdad es que ninguna pero...¿ y si conocemos otra gente?
-No te ralles con eso. No te va a traicionar y tú a él tampoco.
-Cierto.

Fuimos al parque y a comprar uno helados. Estuvimos hablando de "lo suyo" y más tarde de "lo mío". Ya sabéis, los problemas que tuvo y los que he tenido yo (y también mi historia con Jon). Después, decidimos quedar por la tarde porque tenía que deshacer la maleta y así, a lo mejor podíamos quedar también con Dana y Alex.

Volví a casa y les conté a mis padres que había ido a correr y a ver a Anaís. Después, comimos una ensalada (era lo único que teníamos) y me fui a vestirme.

Me puse una camiseta de media manga azul, 
con unos shorts blancos y un cinturón marrón, 
con los pendientes, el bolso, las pulseras y las 
manoletinas a juego con la camiseta.


Salí a las cinco. Como siempre, fuimos al parque. Llegué tarde por culpa de los semáforos pero cuando llegué, solo vi a Anaís que se movía muy nerviosa. 
-¿Ana?
-Ho.hola, Gema, emm...
-¿Qué pasa?
-Que no sé por qué no han venido...
-¿Cómo?
-Que Dana y Alex no...
-Ya, ya...
-Perdona, no sé qué ha pasado...
-Tranquila. Seguramente Alex pasa de mi y Dana... hace mucho que no hablo con ella.
-Bueno, podemos ir... ¿al cine?
-No, perdona, es que quiero ir al estreno de una película la semana que viene y tengo que reservar la paga.
-Bueno, pues... nos quedamos aquí...

Justo cuando empezaba a desanimarme, aparecieron Alex y Dana.
-¡Hola! - dijo Dana.
-Eh- dijo Alex.
-Chicos, lleváis un mes sin ver a Gema, ¿cómo habéis podido llegar tarde?
-Eh, eh. Relájate, Ana. Que solo son y media - dijo Dana.
-¿¡Cómo?! Bueno, bueno... -dijo Anaís.
-Hola chicos. Tranquila, Ana - dije.
-¿Qué tal? - dijo Dana.
-Bien, ¿sabíais que conocí a un chi...? - miré a Alex. Todos estaban al corriente. - Quiero decir... a unos chicos y chicas muy simpáticos.
-Y a un chico muy guapo, ¿no? - dijo Dana tajante.
-Pero...
-Dana... - dijo Alex.
-De pero nada. ¿Cómo se te ocurre liarte con otro chico? 
-Dana, no es tan sencillo, nos enamora...
-Mira, Gema. Después de hacerte la mosquita muerta con todo lo que te había hecho él, que encima fue por tu culpa, ¿ahora vas y te lias con otro?
-¿Perdón?
-No, no, a mí no. A Alex - dijo ella.
-Dana - dijo Anaís.
-Es que no me lo puedo creer. ¿Cómo pudiste? - dijo Dana más enfadada.
-¡Dana! - dijeron Anaís y Alex a la vez.
-¡Dana yo no elegí enamorarme de él! - grité.
-¡Y yo no me puedo creer que seas tan guarra de tirarte a otro mientras sales con un chico como Alex! - gritó ella.
-¡DANA! - gritaron Anaís y Alex a la vez.
-¿Qué... acabas de llamarme? - dije con la voz entrecortada.
-¡Guarra!
Noté como mis ojos empezaron a ponerse llorosos. Dana, mi mejor amiga. Bueno, una de ellas. Ahora veía claro que en realidad no solía estar de mi parte. Ana era mi mejor amiga, no ella. Y me había juzgado sin saber nada. Yo también me arrepentí de lo que hice. Yo no elegí hacerle daño. Yo no elegí enamorarme de Jon.
-Bueno - empecé a decir casi sin voz -. Creo que me voy ha ir.
-Eso, ahora vete llorando - dijo Dana.
-¡Dana! ¡Ya vale! ¡Como si tú lo hicieras todo bien! - gritó Anaís.
-¿Perdona? ¿Ahora me reprochas tú algo? ¿Tú que estabas tan pedo, tan fumada y tan drogada que te violaron?
-¡DANA! - gritamos Alex y yo antes de que Anaís empezara a llorar. La abracé y ella a mi.
-Dana, ¿tienes bastante? ¿O tienes algo que decirme a mi? - dijo Alex.
-¿Qué dices? Si son ellas - dijo Dana.
-Dana, tú aquí no pintas nada. Si yo he perdonado a Gema, ¿quién eres tú para juzgarla? Y menos aún llamarla guarra.
-Te estaba defendiendo.
-Mira, sé defenderme. Y ya lo hice cuando la visité.
-¡Volviste escayolado!
-¡Pero mírame! Estoy perfecto. Podría haberme quedado en silla de ruedas y ahora, con llevar muletas de vez en cuando, ando normal. 
-Pero...
-¡Y Ana! Lo de Ana no fue culpa suya. Fue culpa nuestra, por confiar en ellos. Sobre todo mía, por seguirte el juego. Dana, simepre vas a la deriva. Que si bebiendo, que si probando... "sustancias"...
-Como si vosotros no bebierais - dijo ella.
-Pero no tanto. Ana ni si quiera bebía cuando pasó aquello.
-Está claro que estáis todos contra mí... Adiós.
-Adiós - dijo Alex.
Dana esperó que nos despidiéramos de ella, pero como no le dijimos nada se marchó sin más.
-Gracias - le dije a Alex.
-No me las des. Se ha pasado - dijo.
-Mira, esto solo ha sido la prueba definitiva: somos amigos. Y ya está. Ni salir juntos ni nada.
-Tienes razón. No puedo dejar de verte porque eres mi amiga.
Solté a Ana que ya había dejado de llorar y abracé a Alex. Después, ella se unió y nos dimos un gran abrazo.
-Os echaba de menos, chicos - dije.
-Y nosotros - dijeron a la vez.
-¿Y qué pasa con Dana? - preguntó Anaís.
No quería ser yo la que confirmara que todo había terminado con ella.
-Está claro que ha cambiado. Ya no le molesta hacernos daño así que... - dijo Alex.
-Era de mis mejores amigas...  dije yo.
-También nuestra - dijo Ana.

Fuimos a por otro helado y después a casa de Ana. Su madre nos dio zumo de naranja antes de irse. Lo pasamos muy bien y entonces Ana sacó un tema que nadie sabía.
-Alex... sé que Dana nos ha hecho daño. No quiero perdonarla, ni nada. Pero sé por qué la ha tomado así con Gema...
-¿Y eso? - dije yo muy sorprendida.
-Dana... está, bueno, no sé si ahora...En fin, que Dana estaba enamorada de ti.
-¿De Gema? - preguntó Alex.
-¡No, tonto! - dijo Anaís - De tí.
-¿De Alex? - dije yo.
-Sí, de Alex.
Nos miramos perplejos y después, cuando asimilamos la información, seguimos hablando de otras cosas.

Estaba claro que era el día de Anaís porque luego, le sonó el móvil y nos enteramos de otra cosa que no sabíamos...
-Perdonad, tengo que contestar.
-Claro - dije yo.
Escuchamos su conversación.
-Hola car... digo, hola.
-¿Ahora?
-Pero...
-Al... digo, que estoy con Gema y Alex.
-Sí, sí, se han reconciliado.
-No, no, no están juntos.
-¡Sí! Gema no ha cortado con el chico ese.
-¡Qué tonto eres!
-Yo también.
-¿Pero tiene que ser ahora?
-Bueno, vale, ya voy.
-Hasta ahora, te qui... Adiós.
Se dio la vuelta y nos vio allí, escuchando.
-¡Tía! ¿¡Quién es?!
-Em, eh...
-Tiaaa que somos mejores amigas.
-Vale, vale. Alex lo sabe.
-¿¡Qué?! - dije yo mirando a Alex.
-Perdona - dijo él -. Venga, Ana, cuenta.
-Vale. Estoy saliendo con... Alberto.
-¿Enserio? - dije.
-Sí, es que cuando me estuvo ayudando y Dana intentaba salir con Alex...
-Perdona, ¿que ella intentaba quitarme a mi novio? - pregunté.
-Madre mía, en qué fregados me metéis... - dijo Alex.
-Sí. Ella quería salir con él. Quería convencerlo de que cortara contigo y entonces, Alberto fue quien más me ayudó y cuando volvieron mis padres ya estaba genial y bueno, no sabíamos que nos gustabamos hasta que un día me besó y... Con lo paciente que había sido él... Porque yo estaba en plan trauma y...
-Dios mío, Ana. Me dejas de piedra, con las dos cosas. ¡Pues me alegro por ti!
-Bueno, chicas. Me tengo que ir. Mañana me voy - dijo Alex.
-Es verdad, se me había olvidado... - dije abrazándolo. 
Ana lo abrazó y se fue. Como Ana había quedado con Alberto me tuve que ir a casa. 

Me puse ha hablar con Jon nada más llegar, pero por teléfono.
-Tu voz suena distinta por teléfono - dije.
-Lo sé, la tuya también - dijo él.
-Te llamaré cada día - dije - y sino puedo te mandare un WhatsApp.
-Y sino, te llamaré yo, o te mandare un WhatsApp.
-Jajaja.
-Jjajaja.
.
Y seguimos hablando porque... 
Porque sí.

-A


GRACIAS por haberme seguido durante tanto tiempo. Por si no lo sabéis, habrá una segunda temporada que empezará pronto, tenéis el gadget a la derecha con la cuenta atrás. Por supuesto podéis hacer sugerencias y mandar vuestra opinión. Os avisaré pronto por si queréis leer alguna de mis otras novelas y bueno. Que sois geniales y que espero que la novela os siga gustando para que cada vez sea mejor.









No hay comentarios:

Publicar un comentario